GRANADA, DOMINGO DE RAMOS: Domingo de Luz

El primer día de la Semana Santa se inauguró a las cuatro y media de la tarde en el Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Desde el año 2000 esa es la estampa del comienzo. El cambio de hora puso la luz. Eso permitió ver una Semana Santa más diurna y disfrutar de miles de detalles que pasan muchas veces desapercibidos cuando la Semana Mayor se estrena antes del sábado último de marzo. El cielo quiso acompañar la jornada y el tiempo fue excepcional. Algo frío por la mañana y bastante más de madrugada. El enemigo de las cofradías es el tiempo. Los pronósticos, de momento, apuntan modelos que tan sólo ofrece un veinte por ciento de riesgo de precipitaciones para el Martes Santo.

La primera hermandad en ponerse en la calle fue la cofradía de la Borriquilla, con la clásica afluencia de público en las puertas del Perpetuo Socorro. El alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, y el hermano mayor de la cofradía de Santa María de la Alhambra, Antonio Olivares, esperaban el momento exacto para el ritual del comienzo. Tres golpes secos en la puerta y se abrió. Dentro fueron recibidos por el arzobispo Martínez y el hermano mayor de la cofradía, Eugenio Almohalla.

Los primeros niños vestidos de hebreos y los primeros nazarenos de azul y blanco comenzaban a dar pasos. Delante de la cruz de guía iba la banda de cornetas y tambores de El Salvador. Formación musical recientemente presentada, que está empezando con marchas del repertorio clásico. Acompañaba a la presidencia de la hermandad el teniente general jefe del Madoc, Francisco Puentes, a quien seguía la edil de Medio Ambiente, María Dolores de la Torre, vestida con mantilla. La salida se retrasó un poco debido a la imposibilidad de abrir el cancel de madera interior. Finalmente un costalero subido en una escalera pudo abrirlas.

Detrás del misterio iba la agrupación musical La Salud, de Churriana de la Vega, ya veterana en esta cofradía, que interpretó nada más salir ‘Al compás de la Laguna' y unió después con ‘Venga a nosotros tu Reino'. Corrieron las primeras chicotás hasta alcanzar el Arco de Elvira, mientras interpretaban la vieja composición ‘Alma de Dios'. El andar fue elegante y valiente. El consolidado capataz granadino Alberto Ortega mandó ambos pasos como capataz general.

En el paso de palio, la banda de música de Atarfe dejó que los últimos varales recibieran la luz granadina para que sonaran los primeros compases de ‘Nuestra Señora de la Paz', marcha realizada por Abel Moreno, y el ánimo siguió en alza cuando de nuevo ‘Estrella Sublime' se descolgaba de los instrumentos. Con ese mismo aire garboso llegó a la tribuna de la plaza del Carmen a los sones de ‘Virgen Coronada de Estrellas'. A las nueve menos cuarto asomaba el misterio, con el Niño asido a la palmera estrenando vestimenta, a los sones de ‘Al tercer día'.

La Santa Cena Sacramental también fue recibida por una impresionante multitud de granadinos que llenaban totalmente la plaza de Santo Domingo. Cuando esto ocurría, la cofradía de la Borriquilla ya marchaba por Reyes Católicos, con lo que las inmediaciones del Realejo rezumaban un extraordinario ambiente. Rosas color champán en el paso de palio de la Virgen de la Victoria, con unas pequeñas espigas de trigo en las esquinas del mismo.

Embajadora del Realejo en este día, la Virgen se presentaba vestida por Esteban Cruz, con tocado de triple blonda, muy bien encajado en el rostro de la Madre de Dios. Casi eran las siete cuando Ella salía con su blanco reluciente de Domingo de Ramos, mientras que unos minutos antes lo había hecho el misterio de la Santa Cena, a las órdenes del capataz general José Manuel Rodríguez, con la maestría habitual. Miguel Roldán es el segundo capataz y se presentaba el misterio con los nuevos candelabros de guardabrisas, realizados por el sevillano Paco Pineda, que aún deberán terminarse y encajarse mejor en el paso de rocalla. Lástima que presentara así el artista los candelabros de las esquinas embastados en madera sin el más apunte de talla.

Se estrenaba también el mantel de hilo de la mesa y en el cortejo figuraba una representación de La Esperanza. En silencio salió el misterio e inmediatamente sonaba el himno nacional y la marcha ‘Cristo del Amor'. En la presidencia del cortejo figuraba la concejala Carmen Sánchez Quevedo, en representación del Ayuntamiento, que es hermano mayor honorario. En el de palio, el segundo capataz es Antonio Valentín García, que además de su arte con el martillo también nos sorprendió a todos con su brillante pregón del Realejo. La banda de música de Torredonjimeno iba detrás. También música jienenses para el paso de misterio, con la de tambores y cornetas de Nuestra Señora del Rosario, de Linares. A la salida del palio, la Virgen de la Victoria recibió su primera ofrenda con ‘Costalero'.

El cierre
La última cofradía en salir y la cuarta en realizar su paso por la Catedral era la de Jesús Despojado. Cuando ya estaban todos los cortejos desplegados por la ciudad, los nazarenos blancos aún se acercaban a la capilla de salida de la calle Músico José Ayala Cantó. Riguroso cortejo de la última hermandad granadina incorporada a la nómina de cofradías de la Real Federación. Los ‘llorones' blancos de su formación musical también se iban acercando a la puerta de salida. Eran las siete y media cuando se desplegaba la hermandad y alcanzaba el arco de la calle Agustina de Aragón. Después, por Marqués de Mondéjar y Abu Isaac, la comitiva se adentraba en San Antón. Allí le aguardaba la hermandad del Santo Cristo de San Agustín, mientras, al frente del paso iba Dionisio Martínez, a su vez, hermano mayor de la cofradía del barrio Fígares.

En la salida, la marcha ‘Sagradas Vestiduras' recibía al paso de misterio. El mismo paso que dentro de año y medio estará en Madrid para presidir una de las catorce estaciones del viacrucis que rezará el Santo Padre Benedicto XVI en la Jornada Mundial de los Jóvenes. Entre los detalles, resaltaba la vestimenta de Santa María Magdalena y su nueva posición para que se contemple mejor. Este misterio salía por última vez así, puesto que después de Semana Santa será trasladado al taller de Manuel Ramos Corona.

La cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo cerró las estaciones del Domingo de Ramos pasada la una de la madrugada. La Virgen de la Encarnación iba vestida con un tocado en hilo de oro a tablillas se presentaba con adorno de rosas blancas.

Mientras tanto, el Señor Cautivo se había puesto en la plaza de Alonso Cano a las seis y cuarto de la tarde, acompañado por la Agrupación Dulce Nombre de Jesús, que interpretó ‘Cristo de las Aguas' nada más salir del Sagrario. Cinco marchas ejecutaron uniéndolas una con otra hasta que ‘De vuelta al Porvenir' puso fin a ese alarde musical de la formación. La cuadrilla de José Martínez mantiene su andar tradicional con cambios y pasos que rememoran tiempos pretéritos, mientras que con elegancia trabajaron los costaleros de la Virgen de la Encarnación, mandados por José Miguel Amézcua. En el primer paso, la música la ponía la agrupación ‘Dulce Nombre de Jesús' y, en el de palio, la banda alhendinense, que ayer marchaba a las órdenes de Manuel Martín.

Iba el paso de Jesús Cautivo con su austeridad de siempre sobre calvario. En el frontal del paso la cofradía quiso recordar al recientemente fallecido hermano mayor y fundador de la cofradía, Juan Ángel Perea, con su vara dorada con crespón negro. Pidió venia la cofradía a las diez y media de la noche y sonaba para Jesús Cautivo ‘Sueños de Humildad', al son del trabajo costalero de la cuadrilla de Martínez Ladrón de Guevara.

Una noche inolvidable en la que los granadinos, sus cofradías del Domingo de Ramos y el buen tiempo fueron los protagonistas.

Ideal.es