CÓRDOBA, LUNES SANTO: Pendientes del cielo, de los pronósticos de internet y de un año más propicio

Los minutos caían. La esperanza también. Ese es el resumen de un Lunes Santo en el que, conforme pasaban las horas, las hermandades se descolgaban de la Semana Santa del 2010. Las previsiones meteorológicas, que año tras año son más fiables, mandaron tanto como la lógica prudencia.

La primera en sufrir fue La Merced, la que más clara tenía la decisión al estar cayendo una manta de agua justo en el momento en el que debían de haber puesto la cruz de guía en la calle. Poco después, a las 17.11 horas, la gente se congregaba en el entorno de San Nicolás en un número similar al de otros años, como si los nubarrones no importaran. Pero importaron, y una vez pasada la media hora de cortesía y el tiempo de margen para decidir, la hermandad acordó no salir este año. Desde Huerta de la Reina, los responsables de La Estrella llamaban a propios y extraños en busca de predicciones fiables. Al final, se quedó en casa, con lo que eso duele cuando se trata de una hermandad a la que la única vez que procesionó su palio, el año pasado, aún le sabe a muy poco.

18.06 horas. La Veracruz debate. El consiliario de la hermandad del Campo de la Verdad y delegado de la diócesis para las cofradías, Pedro Soldado, reconocía que daba evasivas a los hermanos para no frustrar más sus esperanzas. Pero lo que no puede ser, no puede ser, y a las 19.00 horas se conocía la triste decisión. Después, unos minutos de reflexión y oraciones mientras los costaleros ponían los pasos frente al altar para que las imágenes fueran visitadas hasta las 22.00 horas.

mientras que en San Lorenzo, a las 19.15 horas, ya estaban reunidos los responsables de Animas para tomar una decisión, la cofradía del Vía Crucis se aprestaba a salir. Fue la única alegría de la jornada, porque a las 21.30 horas, un cuarto de hora después de haber tenido que poner Animas la cruz de guía en la calle, aún rezaban el rosario. Pasado el periodo de cortesía, la decisión de Animas causó el lógico dolor de todo cofrade y simpatizante. El caso es que la hermandad del Vía Crucis sí salió desafiando los pronósticos metereológicos. El Cristo de la Salud, eso sí, soportó alguna llovizna. La facilidad para dar refugio a esta imagen fue un tanto a favor para salir a la calle. El ánimo y el entusiasmo de sus cofrades también. Todo hay que decirlo.

Diario de Córdoba.