CÁDIZ, JUEVES SANTO: Cádiz ora y se aflige ante la grandeza de sus dos alcaldes perpetuos

Jueves Santo memorable en Cádiz. Desde hace algún tiempo sabíamos que iba a pasar a la historia, concretamente desde que el agua estropeara el paso del Nazareno, pero ayer ya tuvimos el refrendo práctico sobre las calles de la ciudad. Fue el hermoso abrazo de los alcaldes perpetuos de la Tacita de Plata, el que procesiona en la tarde del Jueves Santo y la que lo hace cada 7 de octubre y cada festividad del Corpus Christi. En este caso fue la Madre, como toda buena Madre, la que se ha desvivido prestándole el paso a su Hijo para que no falte a su cita con sus devotos. Todo esto con dos invitados de lujo. Los primeros llegaron desde lejos, concretamente desde la iglesia de San Severiano en extramuros, y representan el pasaje sagrado de Jesús orando ante el Huerto. Los segundos lo hicieron desde la céntrica iglesia de San Lorenzo y en su caso simbolizan el encuentro del Señor con su Madre en la calle de la Amargura. Una jornadas más el tiempo volvió a convertirse en alegre protagonista y el público se echó a la calle para disfrutar del prólogo de la última Madrugada completa.

Nazareno
Desde por la mañana
Las horas previas del Jueves Santo tienen una cita tradicional en la Iglesia conventual de Santa María. Desde el año 1986 se procede a la entrega del bastón de mando de la ciudad al Nazareno de Santa María, Regidor Perpetuo del pueblo de Cádiz. Las calles del barrio gitano eran un hervidero de fieles que se concentraban alrededor de los pasos de los titulares. Santiago Posadas, hermano mayor de la corporación, recibía a la alcaldesa Teófila Martínez y a los representantes de la corporación municipal. También se encontraban en dicho acto varios miembros de la permanente del Consejo de Cofradías, con su presidente Martín José García al frente. Este año, y como anécdota, Jesús Nazareno, con su túnica morada bordada, presidía la iglesia desde el altar mayor. Una vez que el Señor tomaba su bastón como alcalde perpetuo, el cual luciría en el frontal del paso durante su salida procesional, se pudo observar a la alcaldesa Teófila Martínez visiblemente emocionada. Tras la entrega, se dio pasó a la sucesión de numerosas saetas en la voz de Pepi la de Ignacio, que no quiso perderse el acto más emblemático del Jueves Santo. Tomó la palabra el hermano mayor para ofrecer la estación de penitencia por los enfermos en espera de trasplante de órganos y seguidamente recibió a la numerosa representación del Grupo Gaditano Mujer de Mantilla de la Archicofradía del Pilar, que durante la mañana habían visitado los sagrarios y ya por la tarde asistirían a los santos oficios.

Una tarde de estrenos en dos sentidos: nuevo horario y paso para el Nazareno. Las dos novedades con un marcado carácter de necesidad. Las puertas de la capilla se abrieron este año una hora antes, a las 19.45, para eliminar los posibles retrasos en la llegada a Catedral. Un cálculo que la junta de gobierno de la hermandad efectuó correctamente. Tanto el Señor como la Virgen recibieron una lluvia de saetas en la Cuesta de Jabonería que obligó a las cuadrillas de José Luis Peñalver y Ángel Sainz, respectivamente, a parar los pasos en varias ocasiones para dar rienda suelta al fervor.

Una devoción concentrada principalmente en el Señor y sus andas, el segundo de los estrenos destacados de la cofradía. Un estreno obligado pero en que el que todos coincidieron. El paso parecía concebido para él. Unas andas en plata que brillaron con el sol caído de la tarde en la salida mientras que la banda de la Virgen –Maestro Enrique Montero, de Rota– interpretaba la única marcha que escuchó el Señor de Santa María en su salida de ayer, ‘Regidor Perpetuo’. A partir de ese momento, el compás de las horquillas y la emoción de las saetas acompañó al Nazareno en su mítica bajada por Jabonería. Con menos nazarenos pero con el mismo cariño, Dolores bajó la cuesta para hacer estación de penitencia a en la Catedral muy elegante con ‘Señor de la Penas’.

Oración del Huerto
Su seña de identidad
A las cuatro de la tarde, 45 minutos antes de la hora prevista para la salida de la hermandad de la Oración en del Huerto, ya había mucha gente alrededor de la zona del Instituto Hidrográfico y frente a la coqueta capilla de la cofradía. En los alrededores se vive el ambiente propio del Jueves Santo. En los mentideros cofrades y allí de esto ya saben bastante, el tema de la carga se confirma como uno de los aspectos estrellas de la presente Semana Santa. Ayer aún se seguía hablando de lo sucedido el Domingo de Ramos con la Borriquita, con interpretaciones para todos los gustos. En el patio de la Institución Provincial Gaditana hace un sol de justicia y un calor hasta injusto. Un cartel se encarga de indicar a cada hermano cuál es su posición en la fila. Muchos rostros conocidos se acercaron para contemplar la salida de esta corporación, algo habitual en los últimos años. Entre ellos el que fuera presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Juan Manuel Alcedo, el otrora destacado miembro de junta de Borriquita Manuel Fernández Jaldón, acompañado de su hijo José Carlos, el antiguo hermano mayor del Nazareno del Amor, Francisco Alonso y el homónimo en su cargo en su día en Buena Muerte, Francisco Pedreño. Con cierto adelanto sobre el horario previsto se abren las puertas de San Severiano y los tramos avanzan para reencontrarse con una multitud enfervorizada y expectante. Poco después, en apenas diez minutos, el paso ya está en la calle. Suena la marcha, ‘Oración’ y el misterio se encamina hacia Tolosa Latour. El hermano mayor, Fernando Reyna, todo un referente en la corporación, no puede evitar la emoción. Entre el público se comentaban los múltiples estrenos que siempre presenta en la calle y el buen trabajo que está realizando la cofradía. Pocos minutos después, el palio de la Virgen de Gracia y Esperanza se sitúa frente a la puerta. Buen detalle del capataz a la hora de llamar a sus hombres y dedicarle un visible y sonoro abrazo ante la ardua tarea que les esperaba. La maniobra se desarrolla sin aspavientos y concluye con el aplauso y la ovación de los asistentes. Sobresalían las nuevas bambalinas laterales del palio de la Virgen de Gracia y Esperanza que han tenido en vilo a los responsables de la junta de gobierno. La banda de música Maestro Agripino de San Fernando comienza a interpretar los sones de ‘Reina de Triana’ y el palio se reencuentra con su barrio. Ángel Macías ordena la primera levantá al igual que hizo con el paso de misterio. La Señora de Puerta Tierra es alzada de nuevo y se dirige a la calle Acacias, al barrio de Santa María y a hacer estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral.

Afligidos
Clasicismo desde San Lorenzo
Desconsolada y afligida anda María por la Vía Dolorosa que la llevará hasta la Catedral. San Juan, la Santa Verónica y Simón de Cirene callan ante sus llantos. Ya no puede con su dolor, cada adoquín de la calle Sagasta le parece un minuto menos para el temido destino de su hijo. No quiere mirarlo. Prefiere elevar la vista al cielo en busca de la luna llena de Nissan. Al filo de las 18.30 de ayer la luna aún no era perceptible pero a Desconsuelos le daba igual. Ya todo estaba escrito, el final estaba a menos de 24 horas. Antes de llegar a ese momento, las puertas de San Lorenzo se abrieron con puntualidad a las 18.15 para dejar mostrar el sagrado encuentro a los gaditanos.

De nada le sirvió a Desconsuelos el cariño de sus hijos para calmar su llanto. Ni siquiera, el buen hacer de la cuadrilla de José Julio Reyero que bajó casi en volandas al Hijo y su Madre en una maniobra de salida complicada y limpia a partes iguales. Tampoco sirvió para calmar sus lágrimas desconsoladas los sones de la primera marcha para los Afligidos, ‘Perdona a tu pueblo’, de los Polillas.

En la calle Sacramento, los balcones de Cádiz también intentaron calmar la aflicción de Desconsuelos. La cuadrilla de Reyero mecía el paso de forma elegante y sosegada como si quisieran que los gaditanos de los balcones enjugaran sus lágrimas. Por si acaso, con los balcones no tenía suficiente, la calle se mostró para ellos hasta arriba de fieles. Gaditanos que coparon todo el recorrido de la cofradía por su barrio. Los sones de ‘Cautivo en tu soledad’ y ‘La clámide púrpura’ llevaron al misterio hasta los alrededores del Mercado Central en una vuelta esquina bien resuelta.

Por delante del antiguo paso de Afligidos una amalgama de morado y azul anunciaba a Cádiz que el misterio no recogido en las Escrituras se aproxima a su destino. Un cortejo elegante y estudiado, cuajado de detalles cofrades y añejos, que llevó a la Madre y su Hijo a las puertas de la Seo. Habían llegado a su destino, la Estación de Penitencia. Todavía quedaban casi tres horas de Afligidos y Desconsuelos. Tres horas menos para que la luna de Nissan ilumine la muerte del Cristo más gaditano. El final se acercaba. Y María ya sabía el final, el consuelo no llegará para ella hasta el Domingo de Resurrección.

La Voz de Cádiz.