Solemne Quinario al Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas (Córdoba)

La imagen del Cristo del Remedio de Ánimas se nos presenta cargado de símbolos que no muestran la inminente Resurrección tras la muerte del Redentor como son las potencias sobre su cabeza y los clavos florecidos de azucenas. Lo rodea el velo de tinieblas, símbolo de la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, representado Éste en el altar según la tradición con un ojo enmarcado en un triángulo y queriendo interpretar ala Santísima Trinidad según la tradición nórdica del "Trono de la Gracia" con Dios Padre sosteniendo a Cristo. A los pies del crucificado, el cráneo y las tibias representan a Adán sobre el que según la leyenda dorada en la crucifixión cayó una gota de sangre del Salvador y cuya alma fue la primera en ser liberada tras la Anástasis.

Dado que el sacrificio eucarístico durante el quinario se celebra en sufragio de las ánimas del purgatorio, el altar representa en su totalidad a Cristo juez, separando a los justos de los condenados con ángeles que alegóricamente portan atributos de dicha representación. Un ángel porta una espada flamígera que representa la justicia divina, otro porta el lirio símbolo de la misericordia, otro el Libro de la Vida y el cuarto ángel porta la corona y el cetro, símbolo de la majestad de Jesucristo. En el friso se puede leer la inscripción "ego lux in mundum veni ut ominis qui credit in me in tenebris non maneat" Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que cera en mi no siga en las tinieblas. Entre los bordados que configuran el retablo efímero aparecen las alfa y omega del alfabeto griego "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin". Completan la escena las lamparillas de aceite en memoria de los difuntos y el tradicional exorno floral a base de buganvillas.
La Pasión de Andalucía. Fotografías y texto Juan José Camargo Repullo